Fedra y Vía Appia: el origen de las confiterías bailables que cambiaron la noche pergaminense para siempre Por Redacción TAPA DEL DÍA - www.tapadeldia.com En la década del 60’, Pergamino experimentó un fenómeno que alteró para siempre la vida social de su juventud: la aparición de las confiterías bailables. Hasta ese momento, la diversión nocturna se limitaba a bailes escolares o encuentros familiares, pero todo cambió con la irrupción de Vía Appia y, más tarde, la icónica Fedra. Según detalla el libro "Pergamino entre 1960 y 1969", escrito por Raúl Villalba y María de los Ángeles González, "la noche comenzó a ser territorio del ocio, del placer y de la ilusión de transgresión". Y en Pergamino, esa transformación tuvo dos nombres propios. Vía Appia, el inicio del cambio Inaugurada en 1963 por “Pichi” Zini y “Pirincho” Fiorito en 9 de Julio y Merced, Vía Appia fue la primera confitería bailable de la ciudad. Su impacto fue tal que el Concejo Deliberante tuvo que crear una ordenanza específica para regular este nuevo tipo de espacio de entretenimiento. Hasta hoy, esa norma sigue vigente. El nuevo escenario cultural traía consigo cambios impensados: por primera vez, las mujeres asistían solas a los eventos nocturnos, sin la compañía de sus madres, como era costumbre en los tradicionales bailes de clubes. Fedra, una revolución en el Cruce de Caminos En 1968, Alberto Villanueva inauguró Fedra en el mítico Cruce de Caminos, donde antes funcionaba el Hotel Roncatti. El edificio, obra del reconocido arquitecto Mario Álvarez, mantenía aún su torre y escalera original, símbolos que siguen en pie como testigos de una época de esplendor. La confitería rompía moldes. Con el slogan “Fedra, regálese una noche feliz”, imponía elegancia: traje para los hombres, vestidos largos para las mujeres, y una pista dominada por el baile pegado. Whisky y champagne eran las bebidas estrella hasta las 4 de la mañana. TAPA DEL DÍA revive la magia de una época única El éxito fue inmediato. Tanto, que Fedra se convirtió en un polo turístico nocturno: jóvenes de ciudades vecinas y celebridades nacionales como Perla Caron, Susana Romero y una joven Susana Giménez la visitaban. Incluso los corredores de TC la elegían en sus noches libres. El auge textil de Pergamino impulsó esta movida: firmas como Abda Hnos, Annan y Santa Rosa promovían desfiles y fiestas en las confiterías. La música pasaba por The Beatles, Elvis, Sandro y Palito Ortega, y alternaba entre DJ’s y bandas en vivo como la de “Pepe” Motta. El fin de una era y la llegada de Specktra El Cruce de Caminos fue el epicentro del baile hasta fines de los 70’, cuando el centro de la ciudad tomó protagonismo con boliches como Bohemia y La Vieja Barraca. Pero sería recién en 1984, con la apertura de Specktra, cuando la noche pergaminense viviría otra gran revolución. Las huellas de Fedra y Vía Appia siguen latentes en la memoria colectiva de la ciudad. En TAPA DEL DÍA creemos que revivir estos momentos es también entender cómo Pergamino forjó su identidad cultural nocturna.